Próximamente
Próximamente
Muchas de las enfermedades que sufrimos hoy en día tienen origen en el intestino y son desencadenadas por un desorden en la microbiota intestinal.
De acuerdo a investigaciones recientes, los probióticos, bacterias benéficas encontradas en los suplementos alimenticios bebidas fermentadas y derivados lácteos, pueden reducir el riesgo de padecer enfermedades como diarreas, obesidad, cáncer, entre otros.
Según la organización mundial de la salud los “probióticos” se definen como “organismos vivos que al ser administrados en cantidades adecuadas proporcionan o generan efectos benéficos a la salud del huésped”
Generalmente los probióticos son bacterias, pero también existen algunos hongos y levaduras que pueden actuar como estos.
Los alimentos que contienen probióticos son considerados alimentos funcionales porque gracias a sus compuestos biológicamente activos, provocan un efecto beneficioso para la salud.
Existen muchos tipos de bacterias probióticas, pero las más utilizadas para el consumo humano son los lactobacilos o las bacterias ácido lácticas y las bifidobacterias, que incluyen numerosas especies como: L. Casel, L. Plantarum, Lactococcus Lactis SPP Lactis, b Infantis, etc.
Entre los principales beneficios del consumo de probióticos tenemos que:
Todas las personas pueden beneficiarse del consumo de prebióticos, sin embargo las que están sometidas a altos niveles de estrés, que comen abundantes alimentos procesados o que atraviesan por alguna condición digestiva, probablemente tengan una respuesta más rápida y notoria.
Una Unidad Formadora de Colonia (UFC) es una medida usada para describir el número de bacterias contenidas en un producto. Busque un recuento alto de UFC entre 25 a 50 mil millones. Entre más UFC tenga un producto hay una mayor garantía de que las bacteria lleguen a su destino.
Por las características y condiciones de nuestro sistema digestivo es complicado que todas las cepas benéficas que poblarán el intestino se asienten en el intestino. Las más resistentes y aptas son Lactobacillus y Bifidobacterium.
Algunos probióticos ayudan a digerir las grasas y los azúcares mientras que otros ayudan a disminuir problemas digestivos.
Comprobar que los ingredientes sean de alta calidad y que estén avalados por la FDA.
Respetar las temperaturas de conservación que vienen en el empaque (generalmente temperaturas muy bajas).
La fecha de caducidad es muy importante, ya que de esta manera garantizamos que los probióticos que estamos consumiendo estén vivos y puedan cumplir la función para la cual fueron fabricados.
Las formulas probióticas más completas también contienen prebióticos como relleno, una sustancia que ayuda como alimento y nutrición de los cultivos de probióticos. Asegúrese de evitar suplementos que contengan azúcar o glucosa, ya que estos detienen el crecimiento de lactobacilos sanos.
Estas son algunas de las recomendaciones que te compartimos para que puedas elegir un suplemento de probióticos adecuado a tus necesidades y mejorar tu estado nutricional.