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La vitamina E es un nutriente liposoluble presente en muchos alimentos. En el cuerpo, actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres. Los radicales libres son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía. Las personas también están expuestas a los radicales libres presentes en el ambiente por el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la radiación solar ultravioleta.
El organismo también necesita la vitamina E para estimular el sistema inmunitario a fin de que éste pueda combatir las bacterias y los virus que lo invaden. Ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos de sangre en su interior. Además, las células emplean la vitamina E para interactuar entre sí y para cumplir numerosas funciones importantes.
La cantidad de vitamina E que necesita por día depende de su edad. Las cantidades diarias promedio recomendadas aparecen a continuación en miligramos (mg).
Etapa de la vida |
Cantidad recomendada |
Bebés hasta los 6 meses de edad |
4 mg |
Bebés de 7 a 12 meses de edad |
5 mg |
Niños de 1 a 3 años de edad |
6 mg |
Niños de 4 a 8 años de edad |
7 mg |
Niños de 9 a 13 años de edad |
11 mg |
Adolescentes de 14 a 18 años de edad |
15 mg |
Adultos |
15 mg |
Mujeres y adolescentes embarazadas |
15 mg |
Mujeres y adolescentes en período de lactancia |
19 mg |
Los suplementos de vitamina E se presentan en diferentes cantidades y formas. Al elegir un suplemento de vitamina E, hay que tener en cuenta dos factores fundamentales:
La deficiencia de vitamina E es muy poco común en las personas sanas. Casi siempre está relacionada con ciertas enfermedades que causan una mala absorción o digestión de las grasas. Algunos ejemplos incluyen la enfermedad de Crohn, la fibrosis quística y ciertas enfermedades genéticas poco frecuentes como la “abetalipoproteinemia” y la ataxia con deficiencia de vitamina E . El sistema digestivo necesita algo de grasa para absorber la vitamina E.
La deficiencia de vitamina E puede causar daños a los nervios y los músculos con pérdida de sensibilidad en los brazos y las piernas, pérdida de control del movimiento corporal, debilidad muscular y problemas de la visión. Otro signo de deficiencia es el debilitamiento del sistema inmunitario.
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