Extraño aquellos domingos en los que visitaba la panadería cerca de mi casa para desayunar con mi hermana, mi cuñado y unos amigos. Mi pedido era casi siempre el mismo: jugo de naranja, una mallorca y una avena. Si pasaban las 10:00 am era imposible que hubiera avena. ¡Tan rica!, calientita y con canela.
Es un excelente desayuno, que satisface y ayuda a disminuir el colesterol. Inclusive, es recomendado por nutricionistas para bajar de peso, porque es alto en fibra y bajo en grasa.
La ventaja de la avena es que puedes conseguir diferentes productos alimenticios que contienen este cereal. El pan es uno de los favoritos de quienes comienzan a ingerirlo integral. Igualmente, las galletas de avena son una merienda saludable y puedes conseguirlas cero azúcar (sugar free). Los pancakes quedan riquísimos si le agregas una cucharada de avena.
Los beneficios de consumirla son múltiples. Muchos naturistas la recomiendan como un diurético natural; excelente para las personas que retienen líquido. Inclusive, como explica el sitio en líneaBotanical, sirve como un expectorante natural. Pero, eso no es todo. Recuerdo que cuando me sentía con acidez o reflujo, mi abuelita me daba un vaso de agua con avena. Esto, me aliviaba el malestar en cuestión de minutos.
De otra parte, es sumamente efectiva para hidratar la piel. Reconocidas casas de belleza tienen líneas de productos diseñadas a base de avena. Además, si quieres una mascarilla exfoliante natural mezcla avena cruda, un poco de azucar y agua. Luego de retirar la mascarilla verás lo sedosa que queda tu piel. Si quieres saber más sobre sus beneficios, pregúntale a tu médico.